Hernia Discal Cervical

Preguntas frecuentes

Una hernia discal cervical es la salida del disco intervertebral hacia el canal raquídeo, donde puede comprimir las raíces nerviosas cervicales y/o la médula espinal.

La hernia discal cervical puede producirse en pacientes jóvenes en el contexto de un traumatismo o de un sobreesfuerzo, o en pacientes de más edad secundariamente al proceso degenerativo o a esfuerzos repetidos.

El síntoma más habitual es dolor a nivel cervical que se acompaña de irradiación hacia el brazo (cervicobraquialgia). En caso de que la compresión sobre la raíz nerviosa sea importante además de dolor puede producir un déficit motor y/o sensitivo. Cuando es la médula la que se encuentra comprometida puede producirse un daño neurológico que cobra importancia (mielopatía cervical), que suele asociar pérdida de fuerza en las extremidades e incluso dificultad para caminar. Muchos pacientes refieren también mareos, inestabilidad, cefaleas…

Es imprescindible una valoración precoz por parte del neurocirujano, ésta debe incluir una exploración neurológica minuciosa tras haber realizado una correcta anamnesis. Las pruebas complementarias habituales incluyen la resonancia magnética, la tomografía computarizada (TAC), la radiografía cervical y los estudios de conducción nerviosa (electromiograma).

El tratamiento debe ser quirúrgico si la hernia está comprometiendo a la médula espinal o si bien el paciente presenta una cervicobraquialgia que no remite a pesar de tratamiento complementarios como la fisioterapia. La cirugía se lleva a cabo bajo anestesia general y habitualmente con control neurofisiológico intraoperatorio. Se realiza la discectomía (extirpación microquirúrgica del disco intervertebral herniado) y se implanta un dispositivo entre los dos cuerpos vertebrales que aporta estabilidad al segmento. El ingreso hospitalario tras la cirugía es de 1-2 días.

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