Hernia Discal Lumbar
¿Qué es una hernia discal lumbar?
Una hernia discal lumbar es una patología frecuente que consiste en la salida del interior disco intervertebral (núcleo pulposo) hacia el canal espinal, desplazando las raíces nerviosas a su paso.
Aunque las hernias discales pueden ocurrir a cualquier nivel de la columna vertebral, las más frecuentes tienen lugar en la región lumbar. La mayoría de los pacientes con hernia discal tienen síntomas leves que responden favorablemente a tratamiento conservador. Alrededor de un 15% de los pacientes puede requerir tratamiento quirúrgico.
Síntomas
El síntoma más frecuente es el dolor lumbar. En caso de que el disco herniado comprima los nervios adyacentes, el paciente puede experimentar síntomas de tipo radicular como son el dolor ciático o las parestesias (alteración de la sensibilidad).
Diagnóstico
Es fundamental realizar una buena historia clínica y una exploración neurológica exhaustiva. Si se sospecha una hernia discal lumbar, de forma rutinaria se solicitan pruebas de imagen como son la resonancia magnética, las radiografías y/o el TAC lumbar. En ocasiones también son necesarios los estudios de conducción nerviosa (electromiografía).
Hernia discal lumbar extruída L4-L5.
Tratamiento
Solamente un pequeño porcentaje de pacientes con hernia discal lumbar (alrededor de un 15%) precisará tratamiento quirúrgico. La mayoría de los pacientes mejorará con medidas conservadoras como el tratamiento rehabilitador y el ejercicio físico dirigido a la musculatura lumbar/abdominal. El soporte farmacológico es también importante y ha de ajustarse a las necesidades y características de cada paciente.
En caso de precisar una intervención quirúrgica ésta consiste en extraer el disco herniado y liberar la raíz nerviosa que se encontraba comprimida. Los procedimientos se realizan habitualmente con microcirugía, bajo anestesia espinal y sedación. La duración media es de 1-2 horas. En algunos casos es necesario fijar las vértebras con tornillos y barras. En otros casos, es recomendable la colocación de implantes interespinosos (en la parte posterior de las vértebras) para dar una mayor consistencia a la zona operada.
Preguntas frecuentes
El síntoma más frecuente es el dolor lumbar. En caso de que el disco herniado comprima los nervios adyacentes, el paciente puede experimentar síntomas de tipo radicular como son el dolor ciático o las parestesias (alteración de la sensibilidad).
Manteniendo una buena higiene postural, un estilo de vida sano y un peso adecuado se puede disminuir el riesgo de padecer una hernia discal lumbar. Realizar ejercicio físico habitual que incluya fortalecimiento de la musculatura lumbar/abdominal también lograr disminuir e incluso mejorar los síntomas de hernia discal. Aparte del elevado peso corporal y de los esfuerzos mecánicos, fumar acelera el proceso degenerativo de los discos.
Es fundamental realizar una buena historia clínica y una exploración neurológica exhaustiva. Si se sospecha una hernia discal lumbar, de forma rutinaria se solicitan pruebas de imagen como son la resonancia magnética, las radiografías y/o el TAC lumbar. En ocasiones también son necesarios los estudios de conducción nerviosa (electromiografía).